Introducción a los valientes rápidos: Un charco de agua clara contrasta con el cielo azul de la meseta. En este momento, el vagón sigue subiendo lentamente. Después de alcanzar el punto más alto, de repente se hunde. Es asfixiante e ingrávido. El grito marcó el comienzo de un enorme chorro de agua, rebosante de pasión y goteando de alegría.