Introducción al exterior y atrás: Al diseñar la Ópera de Oslo, el diseñador Robert Greenwood pensó primero en no hacerla más alta y más grande para atraer la atención de toda la ciudad, sino en convertir la ópera en un "Una plaza para el pueblo." Está muy dispuesto a ver a los visitantes caminar por la rampa inclinada y espaciosa hasta la azotea de 32 metros para disfrutar del hermoso paisaje de Oslo, verlos tomar el sol, andar en patineta e incluso hacer un picnic en ella sin ningún escrúpulo.

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