Introducción a la aldea de Xuankong: El condado de Ningwu, un condado montañoso, boscoso, extraño y hermoso, es una perla verde en la meseta de Loess. Sus más de 800.000 acres de bosque secundario original cubren el "reino" más de diez. A kilómetros de la ciudad de Dongzhai, la aldea "Huagou" está escondida en lo más profundo de ella. Su ubicación geográfica única y sus distintivos edificios antiguos se hicieron conocidos gradualmente y se convirtieron en el actual "pueblo colgante". El pueblo no está ni arriba ni abajo, está solo en la ladera de la montaña. El pueblo está construido a lo largo del acantilado. Mirando hacia arriba desde el fondo del valle, parece un castillo en el aire. Las casas están dispersas y conectadas, y algunas incluso tienen áticos de dos pisos. Los corrales de ganado vacuno, ovino y murio de los aldeanos también están construidos en el borde del acantilado. Todo el pueblo mira hacia el cañón, y la mitad frontal está sostenida principalmente por pilares de madera y construida suspendida en el aire. Ensanchado por delante y pavimentado con tablas de madera, es el único camino del pueblo que tiene menos de un kilómetro de largo, formando un raro paisaje de "camino de tablones en el cielo". La gente de "Hanging Village" es tranquila, honesta y amigable. Los hospitalarios aldeanos, ya sean ancianos de más de setenta años o niños aún infantiles, lo invitarán calurosamente a sus hogares y le presentarán el pasado y el presente de Wanghuagou sin reservas. La avena, los fideos de frijoles y las patatas son sus principales alimentos. Hay un manantial de montaña en el pueblo, que fluye continuamente, es claro y dulce, y es la única fuente de agua del pueblo. La construcción de viviendas es mayoritariamente de piedra y madera. Aunque el pueblo es pequeño, alguna vez hubo tres pequeños templos: el Templo del Rey Dragón, el Templo Daxian y el Templo Wudaoye, que confiaron el mundo espiritual de los aldeanos para vivir en las montañas durante mucho tiempo. El "pueblo colgante" en el tranquilo valle es como los edificios sobre pilotes del sur, formando una imagen única de la vida en las montañas. De pie en una casa y un pabellón de piedra, apoyado en la barandilla y mirando a su alrededor, se puede ver el mar, las olas verdes y los campos verdes. Cada vez que llueve o nieva, el "Pueblo Colgante" es aún más espectacular con miles de kilómetros de nubes y niebla y un vasto mar plateado. En el camino de tablones del pueblo, de vez en cuando flotan rebaños de ovejas como nubes blancas, y las figuras de los aldeanos que pasan por las montañas y cultivan. Bajo el cálido sol, bajo la casa de piedra, frente a la pared de madera, la gente se reunía para charlar sobre su vida cotidiana. En esta creación tranquila y natural se forma la calidez única del "Pueblo Colgante".