Introducción de la Familia Real: Los gobernantes polacos de la época se dieron cuenta inmediatamente del valor de la sal y no sólo la monopolizaron, sino que también apoyaron a la corte y a otras figuras importantes con los ingresos de la mina de sal, e incluso pagaron la castillo. En 1368, Casimiro el Grande renunció a sus derechos exclusivos sobre las minas de sal, permitiendo que individuos y grupos tuvieran sus propios derechos sobre la sal.