Introducción al altar: Si la apariencia ordinaria es decepcionante, entonces entrar a la iglesia definitivamente dejará atónitos a los turistas. Desde las paredes, los pilares, el techo hasta las capillas laterales, todas sus superficies están chapadas en oro. En el ábside y en los pasillos hay numerosos altares barrocos, que también son las mejores obras de Portugal.