Introducción a la Tumba No. 130: El único propietario de la Tumba No. 130 es una mujer de mediana edad. El cráneo está aplastado, faltan los huesos de las manos y los pies y algunos dientes. Las vértebras están muy desordenadas. Estas anomalías desconciertan a los arqueólogos y expertos relevantes, y se ha convertido en un misterio eterno que queda de la historia.